sábado, 18 de enero de 2014

Lo que quiero que sientan mis hijos

Quiero que mis hijas (os) se sientan orgullosas (os) de su mamá... sí, pero más quiero que se sientan AMADAS por su mamá, con todo lo que implica amar. Ahí radica mi verdadero éxito como mujer/madre.

Hoy, mi casa no brilló de limpia

Hoy, mi casa no brilló de limpia... lo que brilló fueron los ojos de mis hijas, felices porque sus papás disfrutaron con ellas. Y a nosotros, nos brilló el corazón.

¿Y por qué no?

¿Por qué no, cuando lleguen a la casa, detener el tiempo, que el mundo gire, detenernos y abrazarlos y besarlos hasta que se sientan empalagados?
¿Por qué no, dejar que la casa esté sucia, los platos sin lavar, la ropa sin tender, los juguetes regados y en cambio mirarlos a los ojos durante un largo tiempo, cantar canciones con ellos, bailar, reír sin sentido y a carcajadas?
¿Por qué no, apagar la computadora, olvidarnos de que el mundo cibernético existe, meter el celular en un cajón y sacar de ese cajón los libros de cuentos, los rompecabezas, la lotería, el memorama y jugar y jugar hasta que nos los aprendamos de memoria?
¿Por qué no irnos a tomar el café con ellos, hacer la hora del té, irnos a un parque o a un lugar bonito a cuentear, a platicar, a observar?
¿Y por qué no, dejar por unas horas mi mundo de mujer con miles de deberes y obligaciones, para entrar a su mundo de pequeños, de niños, de niñas, a su mundo de fantasía, de cantos, de bailes, de juegos?
¿Por qué no detenerme a disfrutarlos, si en la medida que los disfruto ellos se sienten más felices?
Yo ya lo decidí, que el mundo siga su rumbo por unas horas. He puesto un letrero en la puerta que dice: "No molestar, que estoy disfrutando a mis hijas". Y si quiere entrar el perfeccionismo por que la casa esté limpia, el estrés por los pendientes del trabajo no resueltos en la mañana, el mal olor de los platos sucios pidiendo a gritos ser lavados, mis amigos virtuales comentando cosas tan interesantes en el facebook, con todo cariño y respeto le pongo un candado a la puerta y otro letrero que dice: "Lo siento, mamá disfrutando a sus hijas e hijas siendo felices, tome su turno".
Y ¿saben qué? me siento más tranquila, ya no duele el cuerpo, ya no duele el corazón... Todo puede esperar.