miércoles, 30 de enero de 2013

Cuando algo me duele, necesito palabras de amor

Una gran amiga me recomendó la página de Laura Gutman. Comencé ya a leer algunos artículos y el que más me hizo sentido y les comparto se titula: "Toda escena dolorosa, necesita palabras de amor".

Aquí un párrafo que tomé del artículo y la liga para que lo lean.

"Sin embargo muchas veces, lo más traumático no ha sido el acontecimiento en sí, sino la falta de palabras que han inundado con silencio esas situaciones sufrientes. Puede suceder que recordemos la muerte de nuestra propia madre y supongamos que todos nuestros problemas provienen de esa pérdida. Sin embargo, lo peor fue el desamparo y la soledad con el que hemos atravesado ese período, o que nadie nos haya hablado ni explicado qué es lo que sucedía, o las mentiras en las que las personas grandes se refugiaban, o la tergiversación de la realidad que nos dejaba desprovistos de comprensión y resguardo".

http://www.lauragutman.com/newsletter/laura_gutman_sep11.html

martes, 29 de enero de 2013

Yo necesito: O de lo que una mamá pudiera llegar a pedir, pero que muchas veces inexplicablemente lo calla (ahora entiendo mucho mamá…)


Yo necesito… necesito dejar de ser tan fuerte, necesito empezar a creer que el mundo -mi mundo-puede sostenerse conmigo o sin mi.

Yo necesito… necesito ser más débil, necesito tirarme en la cama, gritar que estoy cansada, empezar a creer que existe alguien con más fortaleza que yo, quien puede protegerme.

Yo necesito… necesito soltar las riendas de este caballo que se me va de las manos, necesito permitir que alguien más conduzca, necesito sentarme en la parte trasera y simplemente dejarme guiar, dejarme llevar, disfrutar el viaje.

Yo necesito… necesito dejar de proteger a todos y comenzar a cuidar-me, porque al cuidar-me los cuido.

Yo necesito… necesito practicar el dejar de hacer, confiar en los demás, volver a mi papel, a mi esencia, porque cuando pretendo cambiarlo y jugar a lo que no me corresponde, mi cuerpo me reclama y para colmo, no le hago caso.

Yo necesito… necesito poder llorar hasta secarme, necesito poder hablar hasta vaciarme, necesito poder buscar la soledad, el silencio, la oración, la lectura, el uno mismo.

Contrario a lo que el mundo me dice, yo necesito… necesito hacerme pequeñita, diminuta, frágil, necesitada; requiero por una vez extender la mano para pedir y no para dar… y no sentir remordimiento por ello.

Yo necesito… necesito confiar más en Dios, rendirme ante su sabia fuerza, dejar de “probar a dominar al destino”, dejar de ser esa mujer que quiere, anhela, intenta poderlo todo.

Yo necesito… necesito dar espacio en mi vida a lo que verdaderamente me hace plena como mujer, necesito echar a la soberbia, al orgullo, a los prejuicios que dicen hoy tanto sobre lo que debiera ser la mujer y que tanto me han confundido.

Necesito sacar de mi vida  todas las creencias erróneas que he tenido sobre mi misma, las cuales me tienen aquí, siendo quien no debo ser, dando una vez más lo que no debo dar y siendo injusta con los demás pues no les permito hacer lo que les corresponde.

Yo necesito… necesito perder el miedo, confiar en que la vida siempre me ha dado a manos llenas aún en los momentos más tormentosos, confiar en que así seguirá siendo. En la medida que pierda el miedo, podré ser quien realmente anhelo.

Yo necesito… necesito dejar de ser tan fuerte, necesito empezar a creer que el mundo -mi mundo-se sostiene conmigo a un lado, que puedo dejar el timón y ponerme a remar como un marinero más. A vivir con plenitud, que no sólo el que dirige la embarcación hace que se llegue al destino, también lo hace quien le ayuda.

Yo necesito, Yo necesito, Yo necesito... si lees bien, más que una solicitud, es una afirmación: YO NECESITO.

viernes, 25 de enero de 2013

Todo cambió en tu vida

¿Cómo fue que cambió todo en tu vida? 

Antes, no sabías quizá lo que era cambiar un pañal, ni hacer una papilla, no sabías quizá de hacer tareas con los hijos, ni de despertarte a las 7 de la mañana en domingo... 

Pero tampoco sabías del primer besito espontáneo de tu pequeño, ni de lo que se siente escuchar que te digan por primera vez "mamá". Ni sabías de la sensación de paz al cargar a tu bebé dormido en brazos, ni del sonido celestial de oir sus carcajadas que te contagian... 

No sabías de la inmensa alegría que sentiría tu corazón al escuchar a ese angelito decirte: "TE AMO". 

Ciertamente, todo cambió en tu vida.

Cuando tu bebé se pone morado por una rabieta o llanto


Hace unos días mi pequeña Regina de 10 meses me dio un gran susto. Resulta que se pegó en el piso y se puso a llorar tanto que de repente se trabó, dejó de respirar, se puso morada. 
Fueron unos segundos pero pensé lo peor. Comencé a sacudirla, le pegué, le grité hasta que por fin soltó más el llanto y volvió a respirar. 
Seguramente esta situación ya la has vivido con tus bebés o tus hijos más grandes. 
Te comparto que el pediatra me comentó que NO HAY NADA QUÉ TEMER cuando esto sucede, simplemente el bebé reaccionará y respirará; me comentó que lo peor que puede pasar es que se desmaye, pero no es grave.
Obviamente que cuando no sabes esto los segundos se pasan lento y es terrible ver a tu pequeño morado; el susto no es para menos...
Por lo mismo te comparto algo que leí en un libro muy bueno llamado "El Primer Año del Bebé" de Eisenberg, Murkoff y Hathaway, que habla sobre el mismo tema (evidentemente, siempre es mejor que le preguntes a tu pediatra):

"Invariablemente, son los padres los que más sufren cuando el niño se queda sin resuello...La pérdida del aliento suelen precipitar la ira, una contrariedad o un dolor. El llanto, en lugar de disminuir, se vuelve más y más histérico, el niño empieza a hiperventilarse y finalmente deja de respirar. En casos leves, los labios se ponen azules. En casos más graves todo el niño se pone azul y luego pierde el conocimiento. Mientrás esté inconsciente, el cuerpo se le puede entiesar y hasta experimentar contorsiones. El episodio termina por lo general en menos de un minuto -mucho antes de que el cerebro alcance a sufrir una lesión.
Más o menos uno de cada cinco niños pierde el resuello alguna vez...es más común entre los seis meses y cuatro años de edad...Aún cuando no existe ningún remedio para este hábito -fuera del correr del tiempo- sí es posible prevenir algunos de los berrinchos de cólera que dan lugar a estas manifestaciones:
Cuide de que su niño goce de descanso adecuado...
No arme pelea por todo...
Trate de calmar al bebé, antes de que se ponga histérico, con música, juguetes u otras distracciones...
Trate de reducir las tensiones que rodean al niño...
Reaccione con calma...su angustia lo puede empeorar...
Si su niño sufre estos ataques en forma severa, si le duran más de un minuto, si no tienen relación con el llanto, o si por cualquier otra razón le preocupan, coméntelos con el médico cuanto antes".

Libro: "El Primer Año del Bebé" de Arlene Eisenberg, Heidi E. Murkoff, Sandee E. Hathaway, B.S.N, Grupo Editorial Norma

Espero este dato les ayude, posteriormente estaré compartiendo más de este libro y otros libros que me han sido de utilidad.