miércoles, 24 de octubre de 2012

¡Bienvenida Regina!


Monterrey, Nuevo León
18 de marzo 2012
11:25 pm

¡Hola Regina!
Quisiera empezar diciéndote tantas cosas, pero no sé por dónde comenzar.
Si todo sale como está previsto, Dios mediante pasado mañana ya te tendremos entre nuestros brazos. Ahora somos tres los que te estamos esperando con ansias: tu papito, tu hermanita Paulina y yo.
Querida pequeña, antes que nada quisiera decirte que eres una niña muy amada y muy esperada por nosotros. Los tres nos preguntamos cómo serás y Paulina -a sus dos años- ya sabe decir tu nombre y ubica perfectamente que estás en mi panza (por cierto, se acaba de despertar llorando diciendo “mami”, la verdad es que anda medio sensible pues seguramente para ella todo esto es algo nuevo también).
A pesar de que ya no somos unos papás primerizos y podemos decir que ya conocemos algunas de las cosas que seguramente viviremos contigo, quiero que sepas que te esperamos como si fuera la primera vez, llenos de entusiasmo, de gozo, de expectativas, de dudas y de mucho amor para darte.
Te amamos muchísimo Regina. Eres una reina como tu nombre lo dice, una reina que viene a iluminar nuestro camino, un camino que como tú lo sabes, ha sido difícil sobre todo en los últimos meses.
Mi pequeña, te amamos y te recibimos con todo nuestro amor. Perdóname si has sentido a través de mi el dolor y la tristeza. Este dolor no tiene nada que ver contigo, porque tú eres sólo alegría para mí. Estas lágrimas que tú has vivido, son por la ausencia tan grande que siento al haber perdido a mi mamá, tu abuelita Carmen. Ella supo que tú vendrías y ella estaba muy contenta e ilusionada con la nueva vida que sigue a través de ti. Ella es parte de ti Regina, porque ella me dio la vida y por eso hoy yo puedo dártela a ti. Ella fue una gran mujer, muy amorosa y muy buena.
Ahora ella está muy cerca de Dios y, aunque nos duele mucho que no esté aquí con nosotros y quizá siempre anhelemos que ella pueda cargarte entre sus brazos, besarte, cantarte como ella lo hacía, llenarte de mimos, sabemos que ella está con nosotros, que está dentro de ti y de mí y de todos los que la amamos. Sabemos que junto a Dios y a la Virgen María ella nos cuida y nos ama y nosotros la seguimos amando…
Regina, has vivido a través de mi momentos muy duros, muy difíciles, has estado conmigo a cada instante, en cada lágrima, pero también en cada alegría. Tú te has dado cuenta de todo y quizá te preguntes qué pasa. Lo que puedo decirte es que en la vida hay de todo, hay momentos de felicidad y momentos tristes y que todos esos momentos debemos recibirlos con amor y darle gracias a Dios porque los hemos vivido pues nos dejan muchas enseñanzas que quizá en el momento no las entendemos, pero con el pasar del tiempo sí les vamos encontrando un gran sentido.
Por lo pronto, tú eres mi hija, eres un nuevo ser humano que le da más sentido a mi vida. Que reafirma en mí que soy una mujer valiente, sana, abierta a la vida, dispuesta a dar amor, dispuesta a ser madre con todo lo que la palabra implica.
A pesar de todo lo triste y las lágrimas que tú me has escuchado, quiero que sepas que estoy INMENSAMENTE FELIZ de que tú estés aquí, de que la vida continúe a través de mí, a través de ti, porque a eso hemos venido, a CELEBRAR LA VIDA y soy muy dichosa de que Dios haya puesto en mí un cuerpo sano, una actitud positiva, un esposo que me ama, una familia y muchos amigos que me aman y que me hacen fuerte para recibirte con todo el amor posible.
Querida Regina, nosotras venimos a cambiar la historia, nuestra historia es de vida, de salud, de confianza, de plenitud, de sencillez y de mucho amor.
¡¡Te doy la bienvenida a la vida!! la vida es maravillosa hija, vale la pena!!! Y tú tienes ya una familia que te ama: Tu papá, Paulina y yo queremos ya verte y abrazarte, queremos ya cuidarte y llenarte de besos.
Eres una niña muy fuerte y muy valiente y vienes a re significar la vida de todos nosotros, a darle más plenitud, más amor, más consuelo, con tu llegada nos muestras que el amor lo puede todo y a pesar de todo, con tu llegada nos muestras que seguimos vivos y que vale la pena vivir, con tu llegada nos muestras que no importan los obstáculos que en la vida nos vayamos encontrando pues el milagro de la vida está en ti y ante ese milagro, cualquier obstáculo se queda muy pequeño.
Con tu llegada nos muestras a tú papá y a mí, que vamos por buen camino, que nuestras decisiones han sido las correctas, que al estar abiertos a la vida, estamos siendo abiertos a lo mejor que puede haber en el mundo,  pues qué es un hijo sino una de las mayores demostraciones de que Dios existe y de que está con nosotros. 
Tú nos muestras que Dios existe y que ahora, más que nunca y a pesar de todo lo vivido, está muy pero muy cerca de nosotros.
Te amamos Regina, con todo nuestro corazón. ¡¡¡Bienvenida a este mundo, a esta tu familia, a vivir con mucha intensidad y con mucho amor!!!
Papá, Paulina y Mamá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario