viernes, 28 de febrero de 2014

¿Cuál es la voluntad de Dios para mí como mamá en el terreno profesional remunerado? Algunas claves para descubrirla.

¿Cuál es la voluntad de Dios para mí como mamá en el terreno profesional remunerado? Algunas claves para descubrirla.

A veces me hago esa pregunta, no sé si tú lo hayas hecho, la verdad es que yo siempre me estoy haciendo muchas preguntas.

Poco a poco he estado entendiendo que, con paciencia se va descubriendo ese camino, que no llega por arte de magia, que muchas veces tienes que tomar decisiones creyendo que son el sendero correcto para ti y tu familia y luego te das cuenta que no lo eran. Bueno, pues hasta eso es una señal que te va marcando el camino por el que debes ir como mamá y como profesionista. 

Lo que no era bueno para ti o te desgastaba, te va encaminando hacia lo que sí es bueno para ti y tu familia, lo que te apoya en tu proceso de autorrealización. 

A veces hay que experimentar y equivocarse en las decisiones para poder ver con claridad lo que sí es para ti, lo que tiene Dios preparado para tu vida. 

Entonces, te comparto tres claves que he descubierto en mi camino como mamá para seguir la voluntad de Dios en el terreno profesional:

1. Experimentar y equivocarse, vivir el por dónde no, para luego llegar al por dónde sí.

2. Observar en qué tipo de trabajo me siento más tranquila, plena, realizada, para qué actividades me dio Dios más talentos, para qué soy buena. Esas cosas que haces muy bien, que disfrutas y que harías aunque no te pagarán.

3. Analizar si esa opción laboral que está en puerta, colabora en la unión o desunión de tu familia, si tomando esa oportunidad tus hijos, tu esposo, tu misma, van a tener más paz o menos paz, si contribuirá a que tengan más calidad de vida o si será motivo de discordia y distanciamiento. Si te va a complicar más la vida como mujer/mamá o te hará sentir más plena.

Recuerda que el éxito profesional o monetario, si bien son importantes y es válido querer obtenerlos, NO DEBEN SER LA META. Más allá del reconocimiento laboral y de las ganancias materiales que puedan obtenerse, primero está la propia paz, la conciencia tranquila y la unión familiar. 

Tengamos mucha paciencia mamás... Siempre he dicho que en nuestro estado de vida, todo lo que buscamos en muchos ámbitos, si es bueno para nuestra vida y para la sociedad, llega tarde que temprano; quizá sólo tome un poco más de tiempo lograrlo. Somos como el árbol de bambú, que después de haber sido sembrado tarda hasta 7 años para crecer, pero una vez llegado ese momento, crece de una forma majestuosa.

Así será mamás, no estamos solas.

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