lunes, 17 de marzo de 2014

Anne Lice Hernández: vivir la congruencia, básico para mamás... y papás

Día 15
Historia 15
17 de marzo de 2014

Anne Lice Hernández Alba

Anne tiene dos hijas de 8 y 7 años. Actualmente trabaja en gobierno federal y lo que la motiva es lograr su superación personal y aportar a la economía familiar.

Antes de ser mamá, Anne Lice nos comparte que, como muchas de nosotras, su vida estaba llena de mucho trabajo combinado con mucha vida social, también. Después, cuando nació su primera hija, la vida social se acabó en buena parte, el trabajo siguió igual de cargado, pero conoció el verdadero amor... la maternidad, sus hijas. "Ha sido la experiencia más importante en mi vida", nos comparte.

Anne Lice nos abre su corazón y nos confiesa que uno de los momentos más azarosos en este camino ha sido cuando perdió a su primer bebé. Otro momento importante es algo que en realidad es permanente: "ser congruente con lo que hago y digo".

Descubro en Anne a una mujer sencilla y honesta. Cuando le pregunto de los momentos más difíciles en el camino de la maternidad, más que hablarme de las desveladas, los berrinches, las desmañanadas (que también son difíciles por supuesto), ella toca dos temas muy valiosos. El primero de ellos es la pérdida de un hijo y aquí me solidarizo con todas las mamás que han pasado por este momento, porque cuando eres mamá, sabes que dentro de ti hay una vida, aunque no tenga todavía quizá manos, o piernas, aunque no lo puedas ver ni tocar, dentro hay un ser humano grandioso, con todas las posibilidades. Tan fascinante es la vida ahí dentro, que cuando se llega a perder, causa dolor en la madre, en la familia y en todos los que esperaban a ese pequeño. Qué importante para una madre reconocer que ahí dentro de ella estaba su hijo, qué importante elaborar ese duelo también.

Por otro lado, Anne menciona como momento difícil, el vivir la congruencia. Y es que, ciertamente, cuando somos padres la congruencia está a prueba a cada instante. Desde la forma en que comemos, los hábitos de higiene, la disciplina, la honestidad. Nuestros hijos son nuestros mejores observadores, ellos hacen lo que ven de nosotros, desde las cosas más sencillas hasta las más complejas. Qué importante de verdad lo que resalta Anne, vivir la congruencia en todo, desde la casa hasta el trabajo, unidad de vida que nuestros hijos notarán y querrán imitar.

Anne Lice también nos dice que en estos tiempos ha aprendido bastante de sus hijas y de su esposo, y en este camino el aprendizaje es en si mismo una fuente de gozo y satisfacción, "estas niñas sacan lo mejor de nosotros", nos dice.

Uno de los principales miedos que pasan por la mente y el corazón de Anne, es faltar a la congruencia como ser humano y no poder estar el tiempo suficiente con sus hijas por su trabajo.  Sin embargo; ella cuenta con una gran fortaleza para enfrentar cualquier temor: ella se ama a sí misma y a los demás.

Actualmente, muchas son sus motivaciones para vivir, lo que da sentido a su vida. Nos comparte: "Me motiva crecer más como persona, me motiva mi esposo y mis hijas, ser mejor por mi y para ellos".

Solidez, fortaleza, felicidad, estabilidad y humanismo, son las palabras que mejor definen a esta mujer tan trabajadora, quien nos comenta que nosotras podemos aportar al mundo una óptica diferente a la del hombre, más integral, con más sentimiento... "pero no todas pueden", culmina.

Mi primer pensamiento es cuestionante al leer esta última frase de Anne... "pero no todas pueden", y encuentro que quizá suceda que "no todas quieran darse al mundo, aportar lo mejor de sí".... Ojala todas quisiéramos, desde el hogar, desde la familia, desde el trabajo remunerado, desde el voluntariado; se necesita tanto de nuestra óptica, como Anne Lice nos dice.

"La realidad no existe, se construye paso a paso", es la frase con la que Anne se siente identificada y me gusta que lo diga así, porque me habla de una mujer que sabe que en la vida hay que esforzarse, que nada le ha sido gratis sino que ha puesto empeño para lograr llegar hasta donde está. Y no hablo sólo del terreno profesional, llegar a donde está es también ser madre, tener su familia y seguir con una actitud victoriosa en la vida, a pesar de las pérdidas, de los dolores, del sacrificio. Todo esto también ha formado parte de lo que hoy es Anne Lice, sin embargo, cuando uno la ve, te inspira tranquilidad, trabajo, disposición. Creo que conocerla te trae a la mente un "la vida sigue y es simple, sólo hay que seguir avanzando".

Y precisamente, acabando yo de escribir las líneas anteriores me doy cuenta de que no me equivoco; ella es poseedora de un espíritu práctico que en verdad necesitamos aprender y vivir las mamás. Ella es sin complicaciones. Cuando me habla de las herramientas que una mamá puede desarrollar para "no morir en el intento", simplemente me dice, algo que no por ser sencillo, deja de ser fascinante... "seguir mi instinto, todo mundo te da consejos, pero yo el único que seguí fue el de mi ginecólogo al decirme que a todo mundo escuche y le diga que sí, pero que al final del día solo siga mi instinto, que nadie sabrá tanto como yo qué es mejor para mis hijas".

¡Wow! Me encantó... Y es que creo que, sobre todo al principio de la maternidad y más con el primer bebé, a las mamás se nos "enredan mucho los cables". Amigas, familiares, vecinas, todas con la mejor de las intenciones nos dicen mil cosas y nosotras a veces nos confundimos. En mi experiencia, puedo decir que también me confundí y que como dice Anne, también escuché, pero al final seguí a mi corazón. De hecho es algo que precisamente "aconsejo" a mis amigas (hablando de consejos jaja). Les digo: "escúchanos a todas, pero al final de cuentas tú decide, nadie mejor que tú sabrá".

Anne también tiene sueños por realizar, entre ellos lograr muchos objetivos con sus hijas día con día, seguir trabajando y aumentar sus estudios. "Por supuesto, conservar mi matrimonio y fortalecerlo aún más", nos dice.

Claro que sí, así te veo Anne. Súbete a más aviones, viaja, sueña, vive, porque muchas mujeres viajamos y soñamos en ti, porque necesitamos conocer más mamás como tú, que afrontan las horas con valor, que se juegan la vida día con día por vivir en unidad y amor para su familia y para su país. Necesitamos ver más Anne Lice en el mundo, que nos muestren con su ejemplo -como tú- que la familia, la felicidad, el trabajo, el éxito, parten de un sueño pero se cristalizan cuando ponemos manos a la obra.


Te invito a que sigas estas y otras historias en mi página de FB La Mamá Primeriza y en @lizmendivil

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