domingo, 9 de marzo de 2014

Marcela Martínez, una mamá sensible, responsable, amorosa y alegre.

Día 9
Historia 9
9 de marzo de 2014
12:13 am

Marcela Martínez López

Marce es mamá de Fátima Lucía, quien tiene 2 años 5 meses. Actualmente ella es Coordinadora de Comunicación y Promoción del Instituto Municipal de la Familia de San Pedro, Garza García, Nuevo León.

Todos los días desde que trabaja ahí, Marce encuentra su principal motivación en saber que está trabajando por el bienestar de las familias, de sus integrantes y del entorno social; también porque en este trabajo se desarrolla profesionalmente ya que ella es Comunicóloga y, obviamente, por la retribución económica que recibe.

Marce es una gran amiga y ser humano. Aunque comenta que no está apoyando por el momento alguna actividad de voluntariado, la realidad es que ella siempre está buscando la forma en cómo apoyar a los demás. En verdad ella es muy “femenina” en muchos aspectos, pero la parte caritativa y de buen corazón de las mujeres, es algo que caracteriza a Marce, siempre tendiendo la mano a quien más lo necesita, al vecino, al compañero de trabajo, a las personas que están a su lado y que no me dejarán mentir que si algo está haciendo Marce siempre, es compartir.

Qué importante es no perder de vista esta parte muy de la mujer que Marce nos muestra. Esa capacidad de darnos, de ser sensibles ante el dolor de los demás, ante las carencias y súplicas de los otros. Y no es que se deba tener mucho materialmente hablando para dar, sólo se necesita querer ayudar y Marce nos da una gran lección de generosidad en lo cotidiano.... Y por si no fuera poco, de vez en cuando, también apoya al Centro de Ayuda a la Mujer Latinoamericana (CAM).

¿Y cuáles son los orígenes de Marce? Viene de una familia conformada por 6 miembros, cuatro hijos (tres mujeres y un  hombre) y sus padres; ella es la menor de los hermanos.  Su papá murió cuando ella estaba en el último año de universidad. “Fuimos y somos todavía una familia muy unida, claro con sus  problemas como todas, más en lo económico, pero nos queremos mucho. Vivimos en Aguascalientes y luego cada quien se casó y cambió de ciudad. De los recuerdos más bonitos están las navidades, cuando comíamos diario en familia, los viajes a San Luis Potosí a ver a mis tíos, primos  y abuelo”, nos comparte.

Antes de ser mamá, Marce tenía tiempo para todo (¿te suena conocido?), “mi vida era hasta cierto punto cómoda”, nos dice. Tenía tiempo para hacer ejercicio, para el apostolado (ella era ministro de la Eucaristía junto a su esposo), había tiempo para salir con su marido y amigas, visitaba mucho a su mamá en Aguascalientes, “pero también fue un momento duro pues tenía la incógnita de si podría ser algún día mamá , ya que tengo la enfermedad de endometriosis”, nos cuenta Marce.

Cuando se convirtió en mamá su vida cambió: “Cambia tu forma de pensar, de ver la vida, te haces más temerosa y exagerada, maduras  increíblemente. Aprendes a valorar más la vida y a tu mamá.  Te das cuenta qué difícil es conciliar la vida de mamá con la  profesional, cambia tu rutina hasta tus horas de sueño. Te vuelves más amorosa y generosa. Conoces el verdadero valor de las cosas. Simplemente tu vida ya no es la misma”.

Parte de todo ese cambio, son los momentos difíciles por los que Marce, como muchas mamás ha pasado. Entre ellos nos platica que cuando su hija se ha enfermado, aunque de nada grave gracias a Dios. También cuando se le cayó de la cama siendo una bebé todavía y qué decir de cuando comenzó a amamantar.

Cuando Marce lo platica, me vienen a la mente esos momentos difíciles que comparto con ella y que seguramente muchas mamás también lo harán. Pienso cómo todo va pasando y cómo todo se va resolviendo, cómo nuestros pequeños son los que nos enseñan a ser mamás.

Y nos enseñan también en los momentos de gozo, como los que nos comparte Marce: “Cuando sentí por primera vez una patadita en mi vientre, cuando me sonrió por primera vez, cuando caminó y cuando le salieron sus dos dientitos”.

Parte de este “aprender a ser mamás” es sin duda, enfrentar día con día los miedos y temores: “El miedo o temor de no saber si la estoy educando bien, que se me enferme de algo grave, que le pase algo en general”, son algunas de las cosas que le causan estos sentimientos a Marce. Sin embargo, Marce cuenta con sus principales fortalezas; la lucha, la tenacidad, la constancia y la generosidad, que día con día son más fuertes que cualquier temor. 

Hoy por hoy, lo que da sentido a la vida de Marce es su familia. Claramente así lo expresa: “Tanto mi esposo como hija y el buscar a un integrante más en la familia; así como el ver a mi hija Faty sobre todo, contenta, y creciendo sana”.

Marce se autodefine como una mujer sensible, responsable, amorosa, temerosa, y alegre. Pero yo no estoy de acuerdo con ella… No se asusten, estoy de acuerdo en que es muy sensible, muy responsable, muy amorosa y muy alegre; pero no me parece temerosa. Al contrario, me parece una mujer muy valiente que afronta la vida con mucha dulzura día con día, que transmite paz y calma a quienes estamos junto a ella.

Ella cree que la mujer puede aportar al mundo amor, ternura, fortaleza, paciencia, lucha y equilibrio; cualidades que precisamente ella posee y aporta a su entorno.

Una de las fortalezas que posee Marce es su gran fe, de ahí la frase que la identifica y que es: “Aceptación de la voluntad de Dios”.

Y para ser mamá y “no morir en el intento”, Marce nos confía algunos de sus recursos personales: Compartir tus problemas o inquietudes con otras mamás, capacitarte en temas de superación o de escuela para padres, pedir asesoría de expertos, caminar de la mano junto con tu esposo y sobre todo la oración y pedir sabiduría a Dios.

Marce ha realizado muchos de sus sueños, pero aún le faltan algunos por cumplir como: “tener mínimo otro hijo o hija,  viajar a otro continente, dominar bien el inglés y tener maestría”.


Es así que Marce, va caminando de la mano de Dios con una fe muy grande, con un corazón sencillo y generoso que va contagiando a los que la rodean de alegría y unidad. Segura estoy Marce, que Dios te dará el ciento por uno, premiará tu entrega cotidiana, que mientras tú te ocupas de Sus cosas, Él se ocupará de las tuyas y será también generoso contigo, para que cumplas tus anhelados sueños.

Sigue éstas y otras historias en mi fan page de FB: La Mamá Primeriza y en @lizmendivil

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